Mujeres Guerreras

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Durante los periodos antiguos del Japón en la clase de los bushi (guerreros) la mujer ocupaba importantes funciones a pesar de no tener autoridad. Tenia que cuidar de la cocina y de la ropa de todos los miembros de la casa, también supervisaba el peinado de su marido. Recordemos que los samurai usaban una amplia parte de su frente y cabeza rasurada y el pelo largo recogido sobre la nuca.
Cuando el hombre no se encontraba en casa, cosa que acontecía con frecuencia, la mujer asumía el control del lugar, eso incluía además de los trabajos domésticos la defensa del hogar.
En tiempos de guerra si la casa del samurai era atacada la mujer debía defender el lugar junto a su compañero, frecuentemente lo hacían usando arcos y flechas. Armas de las cuales tenían gran dominio inflingiendo graves daños y muertes entre los atacantes. En caso de ser invadido su hogar o castillo y tener que luchar cuerpo a cuerpo, también lo hacían.
Antiguos registros nos cuentan de mujeres luchando ferozmente empuñando la Naginata (vara larga de madera con una afilada cuchilla en una de las puntas). En caso de verse en una situación de peligro de muerte no era inusual que se suicidaran. Esto lo hacían con un pequeño puñal llamado Kaiken que portaban entre los pliegues de su kimono. De tener tiempo antes de llevar a cabo tan drástica decisión, se ataban los pies a la altura de los tobillos para no quedar en una posición indecente al caer muertas.
Luego apoyaba el puñal (Kaiken) en su garganta y con un rápido movimiento cortaban la yugular. Esto hace que la sangre deje de fluir al cerebro produciendo una rápida inconsciencia y la muerte cerebral.
Como podemos ver a diferencia de la forma de suicidio Seppuku, mas conocido como Hara Kiri en occidente, este ritual llamado Jigaki no es tan doloroso y sangriento pero no por ello menos heroico.
Tal como el samurai servia a su Daimyo (señor feudal), la mujer servia a su marido siendo fiel y compenetrándose en sus funciones.
Crónicas de guerra nos cuentan sobre mujeres de samurais que en defensa de sus hogares empuñaban armas y hasta acompañaban a sus maridos a los campos de batalla. Esto demuestra que poseían sagacidad y coraje. Hay registros de una mujer guerrera llamada Tomo Udosen, era especialmente diestra en el uso del arco y la flecha e incluso iba a batalla con su propia armadura (Yoroi). |
A pesar de todo esto las mujeres japonesas no perdían sus cualidades femeninas, prestaban mucho cuidado a su apariencia, gustaban de usar su cabello perfectamente arreglado y su piel clara por medio de tratamientos con polvos y cosméticos. Vestían con lujo y hermosos kimonos coloridos de fina seda.
Como podemos ver no solo eran las encargadas del mantenimiento de las tareas del hogar sino también valerosas mujeres.
Durante los primeros siglos de historia de Japón, fue evidente la fuerte carga matriarcal que tenía la sociedad. Una muestra de ello es el papel y el énfasis conferido a Amaterasu dentro del mito de la creación entre todos los kami. Entre las primeras crónicas japonesas, es recurrente escuchar acerca de reinas dirigiendo el ejército contra fortificaciones enemigas a lo largo de Yamato o del estrecho de Corea.
De esto también quedó constancia en documentos chinos, donde un enviado aseguraba que una mujer, Himiko no Yamatai, era considerada como la máxima autoridad gobernante del país. A partir del periodo Heian las mujeres dejaron de participar directa y activamente en los campos de batalla. No obstante, seguían practicando artes marciales y técnicas de auto defensa. El naginata era su arma preferida debido a su largo alcance y versatilidad, junto con el yari. Estas armas solían estar colgadas en las puertas de los hogares militares para en el caso de que algún intruso se presentara. Otra arma en cuyo manejo eran especialistas era un puñal corto llamado kaiken, el cual era útil en combates a corta distancia. |
Tomoe Gozen valerosa guerrera japonesa |
Se estima que Tomoe nació en torno al año 1157. Su nombre significa "Círculo Perfecto" y, como todas las mujeres de familias samurái fue introducida en el arte marcial. Esto era necesario ya que las mujeres eran las responsables de la defensa de las haciendas cuando los hombres no estaban.
Una de las pocas mujeres en la historia de los Samurais fue Tomoe Gozen, una valerosa guerrera japonesa. La información que se encuentra acerca de ella viene del Heike Monogatari, obra escrita en prosa y perteneciente a la época medieval de Japón.
Se le describe como una mujer muy bella, con cabellos largos y suaves rasgos. De carácter fuerte, poseía la ira del guerrero. Fue una gran amazona y dominaba el arte de la espada y el arco. Estuvo al frente de tropas en numerosas batallas. Una de sus armas aún se conserva en el Museo de Asakusa.
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A Tomoe le tocó vivir una época de enfrentamiento entre clanes japoneses, en concreto entre el clan TAIRA y el clan MINAMOTO y que se conocen como GUERRAS GEMPEI (1.180-1.185). Finalmente el clan MINAMOTO se alzó con la victoria proclamando el primer shogunato de Kamakura. Con su naginata, su armadura y su caballo, Tomoe se distinguió durante estas luchas e incluso, cuenta la leyenda que en un solo combate fue capaz de acabar con 20 guerreros enemigos. Su imagen ha quedado reflejada en multitud de pinturas y relatos.
El Heike Monogatari dice ésto de Tomoe:
“…Tomoe era especialmente hermosa, con la piel blanca, largos cabellos, y formas encantadoras. También era una remarcablemente fuerte arquera, y como espadachina era un guerrero que valía por mil, preparada para enfrentarse a un demonio o a un dios, montada o a pie.
Dominaba a los caballos desbocados con una gran habilidad; cabalgó ilesa por peligrosos descensos. Cada vez que una batalla era inminente, Yoshinaka la enviaba como su primer capitán, equipada con armadura pesada, una enorme espada, y un poderoso arco; y realizó más actos de valor que ninguno de sus otros guerreros.” (Cuento de Heike, McCullough, pg. 291).
De ella se dice que, después de matar a varios enemigos en un sólo combate, el líder de las fuerzas enemigas, Uchida Iyeyoshi, intentó capturarla él mismo. Durante la escaramuza, Uchida intentó tirarle de una manga para bajarla del caballo.
Esto enfureció tanto a Tomoe, que giró sobre su adversario y le cortó la cabeza, trofeo que más tarde presentó a su esposo. Se dice que, en otra batalla, después de varias horas de combate, ella era una de los últimos siete guerreros de pie.
Según la leyenda, su última acción fue cuando, al enterarse de que su esposo Minamoto no Yoshinaka estaba a punto de ser derrotado, decidió adentrarse en el campo de batalla con el objeto de brindarle tiempo suficiente para que pudiera morir honrosamente cometiendo seppuku.
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Con el afán de lograr su cometido, cabalgó hasta donde se encontraba el más diestro de los guerreros enemigos y lo retó, intentando atraer la atención del resto de los combatientes. Se dice que efectivamente logró vencer y decapitar a su rival, sin embargo, cuando llegó al lugar donde se encontraba su esposo, éste había muerto por el impacto de una flecha.
Esto la desalentó tanto, que bajó la guardia y murió a manos de varios guerreros en ese mismo lugar. |
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